Maras es un pequeño pueblo en el corazón del Valle Sagrado de los Incas, conocido principalmente por sus impresionantes salineras, una serie de miles de pozos de sal que datan de tiempos preincaicos y que siguen funcionando en la actualidad. Este lugar no solo es un atractivo turístico importante, sino que también ofrece una rica historia y una conexión única con la naturaleza y la economía de la región. En este artículo, exploraremos su ubicación, cómo llegar, su historia, los usos terapéuticos y culinarios de la sal, las actividades cercanas y algunos datos curiosos para que planifiques tu visita a Maras.
El pueblo de Maras se encuentra a una altitud de 3,380 metros sobre el nivel del mar (msnm), en el corazón del Valle Sagrado de los Incas, en la región de Cusco, Perú. Las Salineras de Maras, ubicadas a pocos kilómetros del pueblo, son su principal atractivo. Desde allí, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas del valle y las montañas andinas que rodean la zona.
Existen varias opciones para llegar a Maras desde la ciudad de Cusco o desde otros puntos del Valle Sagrado:
Para ingresar a las Salineras de Maras, hay una tarifa de entrada de S/10 soles por persona (precio actualizado a 2023). Es importante recordar que el pago se realiza al llegar al sitio, y se recomienda llevar efectivo, ya que en la zona no suele haber acceso a pagos electrónicos.
Las Salineras de Maras tienen una historia que se remonta a tiempos preincaicos. Las salinas fueron creadas aprovechando una fuente subterránea rica en sales minerales que brota en la montaña. Los incas perfeccionaron el sistema de distribución de agua salada a través de una red de miles de pequeños pozos o estanques.
El agua salada se distribuye en estos pozos, donde se deja evaporar al sol, y al final del proceso se recoge la sal que queda en el fondo. Este método ha permanecido inalterado durante siglos, y las familias locales continúan utilizando los mismos estanques que sus antepasados.
Una de las leyendas más conocidas dice que el origen de la sal en esta región se debe a Titicaca, el dios inca del agua, quien vertió una laguna de agua salada desde el corazón de la montaña para proteger a los pueblos incas de sus enemigos. Los pozos de sal se convirtieron en una fuente de riqueza y supervivencia para las comunidades andinas, permitiendo conservar alimentos y comerciar con otras regiones.
La economía de Maras gira en torno a la producción de sal. Las familias locales son dueñas de los pozos, y la recolección de sal sigue siendo una actividad comunitaria y hereditaria. La sal de Maras es conocida por su pureza y alto contenido de minerales, lo que la ha convertido en un producto de exportación valorado.
La sal rosada de Maras tiene propiedades terapéuticas debido a su composición rica en minerales como el calcio, hierro y magnesio. Entre sus usos terapéuticos más destacados están:
En el ámbito culinario, la sal de Maras es apreciada por chefs internacionales por su sabor suave y su versatilidad. Se utiliza en alta cocina como una sal gourmet para sazonar carnes, pescados y ensaladas, y para dar un toque especial a chocolates y caramelos.
Uno de los productos más innovadores y apreciados que ha surgido en la gastronomía local son los chocolates con sal de Maras. Estos chocolates mezclan la dulzura del cacao peruano con el toque salado y mineral de la sal rosada, creando un contraste único que es muy valorado en la cocina gourmet. Se pueden encontrar estos chocolates en tiendas locales de Cusco y el Valle Sagrado, e incluso algunos chefs los utilizan en repostería de alta gama.
La mejor época para visitar Maras es durante la temporada seca, que va de abril a octubre. En este periodo, el clima es más estable, con cielos despejados y temperaturas agradables durante el día, lo que facilita el recorrido por las salineras y otras actividades al aire libre. Durante la temporada de lluvias (noviembre a marzo), el paisaje es más verde, pero las lluvias pueden hacer que el terreno sea más resbaladizo y difícil de caminar.
Una de las ventajas de visitar Maras es que está muy cerca de otros destinos turísticos y actividades que complementan la experiencia del Valle Sagrado. Aquí algunas opciones:
A solo 7 kilómetros de Maras, se encuentra el complejo arqueológico de Moray, un fascinante sistema de terrazas circulares que los incas utilizaron como laboratorio agrícola. La cercanía entre Maras y Moray permite visitar ambos sitios en un solo día. Los tours combinados son muy populares, y puedes optar por realizar el trayecto a pie, en bicicleta, o incluso en cuatrimoto.
Para los aventureros, la opción de recorrer Maras, Moray y sus alrededores en cuatrimotos es una experiencia inolvidable. Varias agencias locales ofrecen tours de cuatrimoto que te permiten disfrutar de los impresionantes paisajes andinos mientras sientes la adrenalina de conducir por caminos rurales.
A unos 15 kilómetros de Maras se encuentra la tranquila y pintoresca Laguna de Huaypo. Este hermoso lugar es perfecto para disfrutar de la naturaleza, realizar paseos en bote o hacer un picnic mientras se contempla la vista de las montañas. Es un sitio ideal para relajarse después de un día de exploración.
El impresionante sitio arqueológico de Ollantaytambo está a aproximadamente 45 minutos en auto de Maras. Este pueblo incaico es famoso por su fortaleza y sus terrazas, además de ser un punto de partida importante para quienes se dirigen a Machu Picchu. Puedes incluir Ollantaytambo en tu itinerario después de visitar Maras y Moray.
Si estás planeando una visita a Maras y las Salineras, aquí tienes algunas recomendaciones sobre qué llevar y cómo vestirte:
Maras es un destino fascinante en el Valle Sagrado, que no solo ofrece una experiencia visual increíble en las salineras, sino también una rica historia y conexión con las tradiciones locales. Además, su proximidad a otros destinos como Moray, la Laguna de Huaypo y Ollantaytambo lo convierten en una excelente parada en cualquier itinerario por el Valle Sagrado. ¡No olvides llevar tu cámara para capturar las impresionantes vistas y probar los deliciosos chocolates con sal de Maras.
